Los esclavos en Brasil y su abolición
Brasil se convirtió en un país que utilizaba esclavos negros al inicio de la colonización, en el siglo XVI. La población inmigrante europea no estaba dispuesta a realizar trabajos manuales.
Los indios esclavos estaban protegidos por los jesuitas. La única alternativa para los nuevos propietarios de tierras era traer africanos negros a suelo brasileño y obligarlos a realizar trabajos manuales obligatorios.
Los africanos negros llegaron a Brasil en las bodegas de barcos negreros. El transporte fue horrible, tardaron semanas, no había condiciones de higiene ni alimentación adecuada. Todos los negros estaban hacinados y encerrados en las bodegas de los barcos. Muchos murieron en el camino y fueron arrojados al mar. Muchos otros enfermaron. Quien se quejara sería golpeado.
La recién formada sociedad brasileña de la época, prácticamente con conceptos europeos, aceptó naturalmente el mantenimiento de esclavos negros africanos para actividades manuales. Por tanto, la esclavitud en Brasil duró casi 300 años.
La economía brasileña estaba extremadamente ligada a la esclavitud, y esa fue la razón por la que este sistema de trabajo duró tanto tiempo.
Los esclavos se utilizaban en prácticamente todas las granjas y en la búsqueda de oro y piedras preciosas en las minas. Interrumpir repentinamente este ciclo sería lo mismo que detener la economía de Brasil.
El movimiento abolicionista brasileño apareció a mediados del siglo XIX y Joaquim Nabuco se hizo conocido como el principal líder del movimiento.
En 1870, la región sur adoptó la contratación de inmigrantes asalariados. En el norte y noreste, las máquinas obsoletas fueron reemplazadas por equipos más modernos, que requirieron menos apoyo manual. Las industrias comenzaron a surgir en los centros urbanos. Los esclavos se estaban volviendo menos necesarios y menos fundamentales.
Con la economía encaminada en otras direcciones, combinada con la presión del Reino Unido, el gobierno brasileño abrió espacio para el movimiento abolicionista. En 1850 se prohibió el tráfico de esclavos en Brasil.
En 1871 entró en vigor la Ley de Vientre Libre, que convertía en libres a los hijos de esclavas nacidos después de la entrada en vigor de la ley. En 1885 llegó la nueva ley conocida como Saraiva-Cotegipe, que liberó a los esclavos negros mayores de 65 años.
Finalmente, el 13 de mayo de 1888, la princesa Isabel, soberana brasileña, firmó la Ley Áurea, que daba libertad total y definitiva a todos los brasileños negros.