Bullying, ¿cómo afrontar este problema en las escuelas?
El bullying es una discriminación que hacen algunos ciudadanos contra una sola persona. Pero no es algo sencillo que pueda superarse de la noche a la mañana. El acoso escolar es un mal que se prolonga durante un período muy largo de la vida. Cuando alguien te dice que tu cabello se ve raro, probablemente corras hacia el espejo más cercano para arreglarte.
Ahora imagina a dos, tres, diez personas, todo el día, hablando mal de tu cabello, de cosas que no es tu culpa por tener o muchas veces por no tener. Sí, eso sería completamente insoportable, quiero decir, tu alta estima es baja, y los malvados perpetradores del acoso serían los héroes.
¿Qué harías? ¿Te suicidarías? Sí, hay niños que se suicidan, pero no con la idea de que su vida apesta, sino de que me voy a morir porque soy feo y todo lo que dicen es verdad.
Malos apodos
Apodos como “tapón de pozo”, “ballena”, “cuatro ojos”, palo palo entre otros y actitudes como patadas, empujones y tirones de pelo. Los estudiantes “trabajadores” que generalmente sufren represalias por parte de sus compañeros, generalmente no por características físicas sino también intelectuales, son comportamientos típicos de los estudiantes en el aula. ¿Juegos apropiados para la edad? No. Son actos agresivos, intencionados y repetitivos, que ocurren sin motivación evidente y que caracterizan el llamado fenómeno Bullying.
Definición de acoso
Sin equivalente en lengua portuguesa, Bullying es un término inglés utilizado para designar la práctica de estos actos agresivos. Las consecuencias son aislamiento, rendimiento académico reducido, baja autoestima, depresión y pensamientos negativos de venganza.
Estudios a nivel mundial revelan que entre 5% y 35% de estudiantes están involucrados en este tipo de conducta. En Brasil, algunos estudios han demostrado que estas tasas alcanzan los 49%.
El encuentro abordará el fenómeno en sus diversas vertientes: escolar, familiar, social, cultural, ético-legal y sanitaria. El eje principal del evento será el debate, con el objetivo de incentivar a los profesionales a involucrarse y comprometerse con el tema. “La propuesta no se limita a discutir medidas específicas, sino a desarrollar acciones estratégicas que ayuden a la colaboración escuela-familia a romper la dinámica del Bullying”, explicó Cléo Fante, miembro del comité organizador, investigador y autor del libro Fenômeno Bullying, de la editorial Editora Verus.
Con los avances de la tecnología, esta vergüenza abandonó las escuelas donde esta práctica era común y se trasladó a Internet y tomó fuerza. La nueva práctica se denominó “CyberBullying” y se infiltró en correos electrónicos, blogs, Orkut, Msn, etc. El agresor en este caso, a menudo escondido detrás de un apodo, contagia su ira y su felicidad enviando mensajes ofensivos a otras personas. En muchos casos muestra fotografías comprometedoras, altera los perfiles de las víctimas e incita a terceros a reforzar el ataque. El único objetivo es humillar a la víctima y aislar a quienes se consideran más débiles o diferentes.
¿Cómo afrontar el Bullying?
“Quienes atacan quieren que su objetivo se sienta tan infeliz como realmente lo son. Es probable que el agresor también fuera humillado algún día, descargando su propia frustración e impotencia en los más débiles” (Maluh Duprat).
No es interesante responder a provocaciones, ya que esto aumentaría la ira del agresor y eso es exactamente lo que quiere. “Otra cosa importante es no mantener la ofensa en secreto intimidándose. Puede ser un buen momento para afrontar los propios complejos, para superar, con la ayuda de la familia o de los superiores en el trabajo, una situación de confrontación superior a tus recursos internos”.
El bullying no es bueno, y si conoces a alguien que lo sufre, ayúdalo. Porque te beneficiarás de una nueva amistad o quizás de salvar una vida.