El cáncer de ovario es una enfermedad que se desarrolla en los ovarios. Ocurre con mayor frecuencia en mujeres de 50 a 70 años.
Si el cáncer no se ha extendido a otras regiones, es posible extraer sólo el ovario y la trompa de Falopio del mismo lado. En los casos en los que el cáncer ya se ha extendido a otras zonas del cuerpo, puede ser necesario extirpar ambos ovarios, útero, ganglios linfáticos y otras estructuras circundantes que puedan verse afectadas.
Si el cáncer ya se ha extendido a otros órganos del cuerpo, la cura es muy difícil.
Posibilidades de curación
Las posibilidades de curación y supervivencia dependen de la gravedad del cáncer, el tipo de cáncer, la edad del paciente, la salud general y la respuesta del cuerpo a la quimioterapia y la cirugía.
Síntomas
Los síntomas son inespecíficos y se sienten en una etapa avanzada de la enfermedad. Pueden ser: Presión o dolor en el abdomen, espalda, región pélvica o piernas; Vientre hinchado o sensación de estómago lleno; Náuseas, vómitos, gases, estreñimiento o diarrea; Cansancio; Falta de aire; Necesidad constante de orinar; Menstruación irregular ; Sangrado vaginal fuera del período menstrual.
Cuando se presentan estos síntomas se debe consultar a un ginecólogo para que valore la situación mediante exámenes.
Diagnóstico
El diagnóstico es difícil, porque no siempre presenta síntomas en una etapa temprana. Por lo tanto, se realiza mediante la observación de los síntomas antes mencionados y pruebas como: sangre, ecografía, tomografía computarizada y biopsia.
El análisis de sangre generalmente se realiza en presencia de la sustancia CA-125, que está presente en la superficie de las células cancerosas y que, en concentraciones elevadas, puede ser un signo de cáncer.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo para el cáncer de ovario son: Antecedentes familiares, Antecedentes personales, Edad mayor de 55 años; No haber estado nunca embarazada y Terapia hormonal sustitutiva durante la menopausia.
Tratamiento
El tratamiento implica el uso de medicamentos y, a veces, radioterapia y/o cirugía para extirpar parte o la totalidad del seno. Después de la cirugía, puede estar indicada radioterapia y/o quimioterapia para destruir las células cancerosas restantes. Si es necesario extraer el seno, la mujer también puede colocar una prótesis de silicona en la zona, para que sienta que su imagen y autoestima mejorarán.