La piel es el órgano más grande del cuerpo humano. Compuesto por dos capas: la epidermis, por fuera, y la dermis, por dentro. Regula la temperatura corporal y sirve de protección contra agentes externos, tales como: luz solar, calor, agentes infecciosos y agentes químicos (ingesta de arsénico, exposición a rayos X y radio).
El cáncer de piel es muy común en Brasil, correspondiendo al 25% de tumores malignos diagnosticados, y la mayoría ocurre por la exposición excesiva a los rayos ultravioleta del sol.
Tipo de cáncer de piel
Pueden ser de diferentes tipos. Los más comunes son los carcinomas (carcinoma basocelular y carcinoma escamoso) con mayor incidencia, pero menor gravedad. Los melanomas, que son menos comunes, son más graves debido al mayor riesgo de metástasis.
Las personas que tienen antecedentes familiares de la enfermedad, las de piel y ojos claros, los cabellos rubios o pelirrojos, los albinos, los que se exponen excesivamente al sol y a agentes químicos y tienen muchos lunares, forman la población con mayor riesgo de desarrollar la enfermedad.
La lesión maligna suele ser rosada, rojiza u oscura, y presenta un crecimiento lento pero progresivo. Puede parecer una herida que no cicatriza, o lunares que crecen lentamente, pero pican, sangran o tienen cambios de color, consistencia y tamaño (generalmente mayores a 6 mm). Otras características son la asimetría y los bordes irregulares. El tipo de tumor es menos importante que su tamaño en el momento del diagnóstico para determinar el tratamiento y el pronóstico.
Una persona debe consultar a un médico cada vez que nota una nueva lesión en la piel o cuando una lesión antigua sufre algún tipo de cambio.
Diagnóstico
El diagnóstico se realiza a través del aspecto clínico de la lesión, su color y forma y los resultados de la biopsia de los tejidos de la propia lesión y de los que la rodean. El diagnóstico precoz es muy importante, ya que las posibilidades de curación son mayores.
Tratamiento
El tratamiento consiste en la extirpación quirúrgica de la lesión y el tejido circundante. La quimioterapia o la radioterapia son recursos utilizados en los casos más graves.
Algunos consejos: Realiza un autoexamen de la piel periódicamente y observa si hay imperfecciones, lesiones, heridas, signos o lunares nuevos o cambiados. No olvide examinar las palmas de sus manos, los espacios entre los dedos, las plantas de los pies y el cuero cabelludo; Evite la exposición excesiva al sol entre las 10 am y las 3 pm; Utiliza bloqueador solar con protección adecuada a tu tipo de piel, así como sombrero y ropa para protegerte; Evite las quemaduras solares, especialmente durante la niñez y la adolescencia; No exageres la exposición dentro de las camas solares, ya que también emiten rayos ultravioleta; Consulte a un dermatólogo con regularidad, especialmente aquellas personas que tienen la piel clara, que se enrojece fácilmente cuando se exponen al sol y/o antecedentes familiares de cáncer de piel.