Entendiendo qué es el dengue
Enfermedad infecciosa causada por cuatro tipos diferentes de virus y transmitida por el mosquito Aedes aegypti y Aedes albopictus. Evoluciona principalmente en zonas urbanas y, a partir de los años 1970, grandes brotes afectaron a América Latina, África y Asia. Desde la década de 1980, ha tendido a aparecer de forma epidémica en el verano, cuando las lluvias son más frecuentes, ya que las bolsas de agua estancada fomentan la reproducción del mosquito transmisor. La tasa de mortalidad por la enfermedad es de 15% a 20%. Pero, si se identifica a tiempo, el dengue es tratable y es completamente curable, sin dejar secuelas.
Formas de dengue
Existen tres formas clínicas de la enfermedad: dengue clásico, dengue hemorrágico y síndrome de shock por dengue. En la forma clásica, la enfermedad provoca dolores de cabeza y musculares, erupciones cutáneas, afectación de las vías respiratorias superiores, fiebre y agrandamiento de los ganglios linfáticos. El dengue hemorrágico también causa hemorragia gastrointestinal, cutánea, de las encías y nasal y, a menudo, es mortal. Este caso se da cuando la persona ya pasó la enfermedad y es reinfectada por alguno de los otros tipos de virus.
Tratamiento del dengue
Si no se trata inmediatamente, provoca la muerte en los casos 50% y puede progresar a la forma más grave, el síndrome de shock del dengue. Esta, más común entre niños menores de 15 años, provoca insuficiencia circulatoria y, sin tratamiento, la tasa de mortalidad alcanza los 80%.
No existe vacuna contra el dengue, y la mejor forma de prevención son los insecticidas y la eliminación del agua estancada, donde suele reproducirse el mosquito transmisor. En Brasil, según el Ministerio de Salud, en 2017 se notificaron 20 mil casos de la enfermedad.
