John Locke es el autor de un estilo llamado empirismo. Según su teoría conocida como Tabula Rasa, los seres humanos no tenemos conocimiento. Esto sólo está vinculado a las experiencias de las personas, a través del aprendizaje. Al cometer errores, ganar, perder y hacer las cosas bien, el ser humano se desarrolla.
El empirismo no es más que una teoría que tiene que ser probada mediante la observación de acciones o actividades relacionadas con él. En otras palabras, se necesita experiencia real para confirmar el hecho.
El empirismo enseña al hombre a observar el mundo de otra manera, sin disimular la realidad. Esto aumenta el conocimiento, según la teoría.
Teoría del empirismo
La teoría del empirismo proviene de las obras de René Descartes. John Locke tuvo la tarea de recopilar información sobre diferentes experiencias para demostrar la veracidad de algunos conceptos. Por lo tanto, el ser humano debe utilizar todos sus sentidos al observar un hecho u objeto de estudio, y a través de estos sentidos buscar la definición más cercana a la realidad.
Por tanto, el conocimiento o los datos metafísicos no fueron aceptados en el empirismo. David Hume fue otro autor empírico importante, que intentó demostrar que la causalidad no es cierta. Lo que existe, para él, es una serie de acontecimientos cronológicos que parecen referirse a algo casual.
Otros autores empíricos son Aristóteles, Tomás de Aquino y Francis Bacon.
El empirismo sirvió en gran medida a la práctica de la ciencia y cambió el sistema de metodología científica.