Juana de Arco nació en 1412 en Francia. Desde niño trabajó con su padre en la agricultura y ganadería familiar. Fue catequizada por la Iglesia Católica.
Por fe juré haber recibido la visita del arcángel San Miguel, Santa Catalina y Santa Margarita. El grupo le habría encomendado una misión: expulsar a los ingleses que, en ese momento, ocupaban la ciudad francesa de Orleans. Otro objetivo transmitido por los mensajeros de Dios fue ordenar a Carlos VII soberano de Francia.
Juana de Arco - Líder de guerra
En 1337, el rey inglés Eduardo III llegó a Francia con unos 20.000 hombres. La lucha entre Francia e Inglaterra inició la Guerra de los Cien Años.
Tras una lucha por la sucesión del poder en la monarquía, Enrique V es elegido rey de Francia. Sin embargo, la misión de Juana de Arco era salvar Francia y coronar al rey Carlos VII.
Joana, de apenas diecisiete años, logra acercarse a Carlos VII, quien, para demostrarle confianza y apoyo, le decreta el cargo de jefe de guerra. Joana y sus tropas logran liberar la ciudad de Orleans de los ingleses. Emocionada, ataca también a los ingleses que viven en Reims.
Batallas de Juana
Tras victorias en batallas, Carlos VII gana el poder y acaba legitimado como rey de Francia. El objetivo ahora era retomar la otra mitad del territorio francés que aún estaba en manos inglesas.
Las actividades militares de Juana continúan en 1430. El objetivo es la ciudad de Compiègne.
Sin embargo, es emboscada y termina detenida en mayo de ese mismo año.
Fue entregada a la Santa Inquisición, el tribunal de la Iglesia más temible y poderoso de Francia. En el proceso, fue acusada de hereje y bruja.
Su sentencia fue ser quemada viva el 30 de mayo de 1431. Juana de Arco es un hito en la historia de Francia y en la liberación de la mujer. Lleva el título de Patrona de Francia.