La vasectomía no es más que un procedimiento quirúrgico con la menor invasión posible al que se somete el hombre con el fin de eliminar la producción y conducción de espermatozoides. Este procedimiento es sencillo y el paciente ni siquiera necesita ser hospitalizado, pero es importante recordar que este debe ser un procedimiento de mutuo acuerdo entre la pareja, especialmente entre el hombre.
Con un procedimiento mínimamente invasivo posible, se aplica anestesia local en el escroto donde se encuentran los testículos, en el cual se cortan los canales que transportan los espermatozoides a través del canal uretral. Unos meses más tarde, el semen, sustancia expulsada por los hombres durante las relaciones sexuales, ya no contenía espermatozoides, responsables de la fecundación de los óvulos femeninos. Pero esto no significa que el hombre perdió el deseo sexual o quedó impotente, continuó con sus actividades sexuales con normalidad. La erección continuó normalmente, con sólo ausencia de espermatozoides.
Es importante resaltar que el hombre que opta por la vasectomía debe estar seguro y consciente de ello, ya que el procedimiento y el proceso son prácticamente irreversibles.
Los síntomas como dolor y una pequeña hinchazón en el lugar de la incisión son normales y desaparecen unos días después del procedimiento.
